Cuando nos miramos
Y nos reflejamos en la pupila de aquel;
Cuando rememoramos
Cada escondite del ser…
¿Es el miedo al olvido
El que nos hace recordar?
Captando cada segundo de respiración,
Y entre aliento y aliento,
Nacer y morir mil veces.
Anidando en la boca
Del que muere deseante,
Para no perder
Sus palabras en el viento;
Clavando su mirada
Muy dentro,
Para llevarla consigo
Hasta el infinito.
Yo recuerdo,
Y en él sobrevive
La parte que tú ser
Perdió hace tiempo;
Tú recuerdas,
Y yo vivo en ti,
La parte que mi ser
Perdió no sé que día.
Yo con tu pedacito
Sueño;
Tú con mi pedacito
Quisiera que soñases
Algunas veces…
¿Qué quiero?,
¿El cielo, la tierra, el mar o el aire? ;
No, son tan grandes
Que mis manos no podrían abrazarlas
Aunque quisieran.
Lo único que deseo
Es aquel que perece y se marchita,
Algo como yo,
Mortal y perecedero…
El pedacito del otro tú.
No me pierdas
Entre tantos recuerdos,
Que yo no te perderé
Entre tantos olvidos.
Moriré si muero en ti,
Pues mi alma está
En el interior de otro.
Morirás si mueres en mí,
Pues tu alma está
En el interior de otro…
Los pedacitos del otro nosotros.
A la reminiscencia del tiempo,
A la historia de nosotros mismos,
A los recuerdos de tierra, mar y aire,
Al sueño del que estamos hechos
¿Por qué decimos alma?