
Oí gemir al corazón en el pasado;
Lo acallé con lágrimas, sueños, mentiras;
Lo acallé con la única arma que tenía,
La tinta
Oí al corazón hace algún tiempo;
No lo escuché, pues lo temía.
Oí morir sus latidos en mi pecho,
Olvidando quizás lo que ocurriría.
Oí al silencio invadir mi alma,
Y ahora con pesar mi boca grita.
Por Arminda C. Ferrera
Es un poema muy lindo.
Evocas (en mi por supuesto) un pasado cuando el corazón y sus latidos eran tan sonoros que no me permitían ni siquiera dormir.
Y como vos dices, sólo se podría callar o calmar con esa arma tan poderosa, como lo es la tinta, en una pluma, como tantas veces se ha hecho.
Un Beso.
… que decirte, es la soledad, la desesperación…. xD ainz