¡Habían robado la sal!. Se descubrio que el culpable era la Oruga, o Bill el Lagarto o el Gato Sonriente.
Sometieron a juicio a los tres, que hicieron las siguientes declaraciones en el tribunal:
Oruga: Bill el Lagarto se comió la sal.
Bill el Lagarto: ¡Es cierto!
Gato sonriente: ¡ Yo nunca me comi la sal!
Según resultó, por lo menos uno de ellos mintió y al menos uno dijo la verdad. ¿Quíen se comió la sal?
Lewis Carroll