Running Away – Radar
«¿Alguna vez han tenido la sensación de estar inmersos en un sueño del cual no han despertado? Todo ocurre a cámara lenta, los sonidos suenan distantes y vacíos, y sólo oyes a tu corazón bombear, intentando cumplir con su cometido lo mejor posible, a pesar de las circunstancias. Las imágenes se suceden en un orden solamente comprensible dentro de ese sueño.
Es lógico que te rodee la gente, que te sientas pequeña y ahogada sobre la sucia acera manchada con tu propia sangre. Es comprensible que te lleven a un hospital, que pierdas la conciencia de ti misma; que al recobrar, meses más tarde el conocimiento, un grupo de médicos, y luego policías, te sometan a interminables interrogatorios que no logras comprender.
Preguntas del tipo: ¿quién eres?, ¿por qué saltaste?… eran y son un galimatías. A veces me despierto angustiada creyéndome dentro del hospital, con el olor a desinfectante y medicamentos impregnando el ambiente, esperando otra sesión de pruebas. Después, recuerdo que estoy en mi apartamento, en mi pequeña habitación, y vuelvo a respirar.
El reflejo del espejo a veces me devuelve la imagen de una extraña; desnuda ante él, observo mi piel surcada por blancas cicatrices, grandes y pequeñas, mientras paseo mis dedos por ellas. Repito mi nombre como un mantra, para espantar el fantasma del olvido que me persigue desde entonces: Me llamo Elena Martín Roca…
Mi nombre, rescatado con la ayuda de la tecnología y de las huellas dactilares, no dice nada de mi; no más que otro nombre, pero es el único vínculo con un pasado que intento salvar de las nieblas de mi mente. Gracias a él, tengo una identidad, una casa, y la seguridad de que existí antes de mi salto al vacío.
Normalmente, los que padecen este tipo de trastorno, no recuerdan el incidente que les provocó la lesión; sin embargo, yo lo rememoro todas las noches. Los médicos me aseguran que no es un recuerdo real, sino una recreación de mi imaginación para suplir la ausencia de memoria.
Ahora soy esclava de la pluma y el papel. Tengo la imperiosa necesidad de detallar minuciosamente los sucesos que no quiero extraviar en mi mente rota: hechos trascendentes o no, sueños, sensaciones… para crear mi pasado sin miedo a las lagunas y lapsos.»
Por Arminda C. Ferrera
Debe estar conectado para enviar un comentario.