Do What I Say – Clawfinger
Cuarto capítulo de la historia «Un Día Cualquiera» escrita por Almudena L. Bruñas. Un relato apasionante sobre las mafias de New York, sobre las bajas pasiones y la búsqueda de una niña por una asesina, un vividor y un chico de los recados, para salvarla de un mundo sórdido, decadente y peligroso.
En la puerta de aquel local, viendo como hombre y mujeres bien vestidos entraban junto con chicos y chicas góticos, algunos incluso con prótesis en los colmillos, mientras la lluvia volvía a empapar su melena, resbalando por su gabardina impermeable, volvía a dudar. Puzzo y Palucci ya habían entrado, ahora le tocaba a ella, tenía que disimular. Disimular… antes había sido tan fácil… Un paso, luego otro, llegó a la puerta, los porteros no la interrumpieron en sus pensamientos, y una nube de humo y de luces de colores la asaltaron por sorpresa.
Cientos de personas, algunas vestidas como esclavos sexuales, otras como dominadores, todo en negro y plata, bailaban una frenética danza al compás de una música que taladraba los oídos de la japonesa. Se acercó rápidamente a la barra, pidió un martini seco, y le preguntó al camarero si “en la planta de arriba haría sol como en verano”, que supuestamente era la clave para subir a la zona “VIP” donde la gente rica se divertía con sus muñequitas sexuales, con camas redondas e incluso con orgías multitudinarias. El camarero le dio una tarjeta plateada y señaló al portero que esperaba en lo alto de una escalera de hierro, en cuya cúspide había una puerta acolchada negra, vigilada por aquel matón.
Hanako se preguntó de donde saldrían aquellos tipos, parecían creados en serie, para guardar puertas y pegar palizas, todos grandes como armarios, con cara seria, y mirada enfadada.
Desde las escaleras, la discoteca gótica se veía mejor, la gente era como una alfombra que se movía y retorcía, en las esquinas oscuras parejas se comían a besos. Nadie parecía fijarse en aquella escalera, ni siquiera se sentaban los cansados bailarines.»
Si quieren leer el capítulo entero solo tienen que picar encima del enlace, o bien, empezar este fascinante viaje desde el principio aquí.
Un Día Cualquiera (4)
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Las zonas Vip siempre son un misterio y dan mucho juego para crear. Un relato muy intenso, me ha gustado.
Buen finde!
🙂
Gracias! 😛