Porque me deseas,
Y porque no puedo evitar corresponderte.
Porque te me apeteces,
Como una manzana al que hincarle el diente.
Je te déteste
Porque me deseas,
Y porque no puedo evitar corresponderte.
Porque te me apeteces,
Como una manzana al que hincarle el diente.
Je te déteste
Del odio al amor hay un paso, eso dicen, y también funciona en el sentido contrario. Es extraños que a veces detestemos a quien amamos. Pero bueno, así es la vida. Breve pero muy bueno.
¡Dioses de Kobol! Cuanta verdad encierran esas palabras…
Y tanto, a veces incluso nos detestamos a nosotros mismos por desear tanto a alguien.
No sé tú, pero yo veo cierto paralelismo con algo… xD
descubrir que no llevamos las riendas de nuestros sentimientos es una putada, a veces.
Controlar los sentimientos… algunos lo intentamos y así nos luce el pelo… al final todos calvos
Algunos nunca conseguimos controlar nuestros instintos…
hable por usted! 😉
Disculpe usted que se lo diga, Don Vittt… ¡EL SEX-APPEAL DE LOS CALVOS ES ALGO IMPEPINABLE!
P.D.: Que me lo digan a mi…
No me queda clara tu opinión… Quieres decir:
a) Que puedes controlar tus sentimientos, como si fueras un domador de fieras
b) Que tienes una melena en plan Sansom y no se te despeina un pelo.
c) Que piensas que estoy calva
d) Que no te luce el pelo, porque tienes más entradas que un multicine.
e) Que decides fluir en armonía con tus sentimientos como zumo pera-piña…
Un, dos, tres… responda otra vez
Como diría Jack El Destripador: Vamos por partes.
a) Mas que controlar mis sentimientos, cual domador de fieras, podría decirse que mantenemos una entente cordial.
b) La melena la tuve en su momento (vete a saber en que siglo fue eso) y era raro que estuviera despeinado.
c) No pienso que estes calva.
d) El pelo no me luce, porque tengo entradas, salidas y una la circunvalación, del tamaño de la Vía Lactea, mapeada en lo alto de mi hermosa testa.
e) Mas que fluir en armonía, me derramo discordancia, como un zumo pera-piña…
jajajaja Como siempre minucioso en tus contestaciones.
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Un gran poema para una gran verdad. Quisiera comentarte más pero me falta el aliento todavía.
Ya sé, te quedó muy bueno, me gusta y por eso se me fué el aliento !
¡No hay como el francés para odiar! Y para amar, también, certainement…
Oh, ya lo creo… le odio tanto por lo que hizo, pero es aún le deseo…