De largo pasó su silencioso piececito,
Sobre la olvidada y pálida hoja
que lleva su nombre escrito.
¿Inmersa en una triste paradoja
Se le ajó la prosa en el tintero?
Qué ocurrió, sea sincero.
¿Se le atragantó la lira, el soneto,
la esquirla de un verso descompuesto?
¿O es que ya no quiere ningún trato
Con esta mortal de carne y hueso?
¡Ah, Las musas! Que veleidosas son…
qué bueno! me encantó!
saludos, srta!
Ains la inspiración, que bien te quiere y te colma de besos enrimados, como te ignora, dejándole a una con frustaciones y hojas en blanco 🙂
Genial el poema y la imagen. 😀
Eari:
Qué bueno tenerte de vuelta. Maravilloso!
Excelente, me quedo con un verso que me parece especialmente fantástico: «…se le ajó la prosa en el tintero?». Genial.
Un abrazo.
las musas también pierden la inspiración, a veces
incluso la esperanza
Las musas son malas… nos torturan…
Precioso, no dejes de escribir.
Muchas gracias 🙂