Femme Fatale Desktop by Stuntkid
Je ne veux pas travallier – Pink Martini
Con una solitaria copa de líquido ambarino con dos piedras de hielo a medio derretir en la barra de un bar, las uñas pintadas en rojo sangre… seguramente por arrancarle el corazón a los hombres, acerca el vaso a sus labios carmesíes mientras levanta el velo negro que ensombrece su mirada. Sentada en un taburete, mostrando con algo de provocación sus elegantes piernas cruzadas tras la abertura de la falda, acariciadas por una medias como humo y sus zapatos de tacón negro, la mantenía fuera del alcance de los mortales comunes.
Esperaba al hombre de sombrero de ala ancha y gabardina que fumaba Ducados… para que la invitara a un trago… un tipo duro al que no le quedara corazón que pudiera devorar. Pues inevitablemente un verdugo no tiene razón de ser si no posee una víctima a la que martirizar… y viceversa. De eso iba la historía: vestidos así no había otro fin posible…
Mes: agosto 2013
Sobre el recuerdo y el olvido (II)
…Hay recuerdos que tienden al olvido como el 0 tiende a infinito….
Si hoy fuera mi último día…
Si hoy fuera mi último día de esta vida
Si no hubiera un mañana con este cuerpo…¿Habría en mí remordimiento o pesadumbre, por las cosas que no hice, por las cosas que no dije….? ¿Qué es lo que prevalece en el último momento de la vida?
¿Qué es lo que realmente importa, además de tener una conciencia tranquila?No es una pregunta vana, pues a ese paso, estamos todos invitados, espero que más tarde que temprano.
Hay que enfrentarse a ella con el corazón liviano. No sea que esos momentos se conviertan en el verdadero infierno.
En esos últimos instantes no hay matices, no hay excusas… y se anclan como una losa de 10 mil toneladas los miedos, el arrepentimiento, y el darse cuenta de lo ciegos que hemos andado por esta vida presente.
Hay personas que temen el castigo divino; sin embargo, temo más a mi conciencia porque, no podemos escapar de nosotros mismos. No hay juez más inflexible y que nos conozca mejor.
Quizás pueda parecer pesimista, o negativo… pero tal vez, es con esa clarividencia, con la que hay que enfrentar la vida y medir la importancia de las cosas.
Fuego dentro del agua…
Y lejos de degradarse con el tiempo, como las letras escritas en un papel, cada día, cada noche, cada instante, en cada aliento, se hacía más fuerte y más insondable, tanto que no hallaba principio ni final en esa inmensidad; en ese silencio calmo henchido de aquello que no se podía explicar con palabras. De todo aquello que provocaba la risa y el llanto más sinceros, la cálida euforia desbordante y la respetuosa quietud, al mismo tiempo.
La historia de una mirada
Esa mirada persistía en mi recuerdo, reaparecía en el rostro de los extraños convirtiéndolos en familiares; y aún con los ojos abiertos, ya lúcida, la veía intuida en cualquier rostro… como cuando uno mira directamente al sol y su imagen perdura aún con los ojos cerrados, mucho tiempo después de que este haya desaparecido tras el horizonte.
Sombras en la niebla
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