La huída (La piedra de las Almas)

Age of Magic (Merlin OST) – Trevor Jones

Escuchaba el aire que acariciaba las cumbres y arrastraba con él a las nubes, el rumor de las ramas de los árboles y Los animales nocturnos que salían a cazar. El peligro aún no se cernía sobre ellos, iba a ser una guardia tranquila. Así que no dudó en entregarse a sus propios pensamientos. Desconcertantes imágenes se sucedían en su mente sin un orden que les diera coherencia. Debía meditarlo con calma antes de sacar conclusiones.

Después de calmar sus pensamientos y desechar las demás ideas que brotaban en su cabeza que no estaban relacionadas con la premonición, había podido entrever que surgirían serias complicaciones y que no podrían evitar enfrentarse al ejército real. Por ello, sabía que parte de ellos abandonarían ese mundo, serían capturados o alcanzarían la libertad.

Consciente de que para algunos ese era el final del trayecto, decidió no expresarlo en voz alta; no sería útil. Para qué infundirles el temor a la muerte o el desánimo. No ignoraban los peligros que implicaban su decisión y eso era lo que necesitaban saber para cumplir su cometido. No los miraba con pena, ni compasión, así debía ser. Muchos la acusarían de cruel o de bruja. Lo que no sabrían nunca es que sin su presencia casi todos perecerían y su afirmación no era una cuestión de ego. »

Este relato pertenece al Capítulo XI de «La Piedra de las Almas» . Si quieren leerlo entero desde el principio pinchar AQUí. Si bien quieren leer el capítulo XI pueden dirigirse al enlace que está a continuación.

La Piedra de las Almas (11)


Escrito por Arminda C. Ferrera

Historias de Nohm

Sobre la tierra sin nombre, llora el hermano por su hermana. Sus brazos que debían haberla protegido arañan el polvo, lo estruja entre sus dedos y lo golpea. El corazón, desecho en pequeños pedazos que rápidamente se congelan en su pecho, hace una oscura promesa: vengarse de todos aquellos que por miedo, la arrojaron al olvido. Su dios ha abandonado para siempre al hijo y él al Padre.

En su mente ve las tierras cubiertas de nieve inmaculada, el frío corta su aliento atrapado en volutas de humo blanco y tibio. En sus sueños la paz acude a su alma cuando la ve correr por los campos nevados como antaño, con la carita enrojecida por el viento helado e iluminada por una sonrisa cuando llega a sus brazos; con la pequeña cabecita y su larga melena llena de juguetones bucles estrechados entre sus manos y su cuerpecito arropado en un abrazo.

Largo es el camino que he de recorrer para encontrarte de nuevo.

Por Huid – Zaohr

Morir para vencer

The Kiss (Last of the Mohicans OST) – Trevor Jones

http://www.goear.com/files/sst/83e82d0544a0f010df2d4cb993627648.mp3

En estas últimas letras,  convertido en triste poeta,

Tembloroso como el rocío salado del alba, el aliento

He entregado sin vacilaciones a un papel amarillento

Convertido de repente en mensajero y orador asceta.


Cierra los ojos e imagina que es mi voz la que susurra

Letra a letra esta póstuma carta que a tus ojos, precipitada

Te dice con circunloquios adiós, con brusca premura

Rogando el perdón de quién parte con el alma fragmentada.


Nunca quise degustar la despedida,  pues es un cáliz desapacible

Y Sin embargo, apuraron demasiadas veces mis labios protestando,

Y finalmente bebo a tu salud A sabiendas que será irreversible,

Aunque parezca una paradoja, ser derrotado para partir luchando.

Por Arminda C. Ferrera