– … Todos me critican y no soy injusto, no tengo prejuicios adquiridos, no discrimino a nadie ni por condición social, sexo, edad, tendencia religiosa o sexual, o raza… Solamente hago mi trabajo, alguien ha de hacerlo – Dijo MUERTE – No puedo evitar ser un perfeccionista…
– Ese es el precio de la fama – Dijo su psicoanalista
Gracias VITTT y KIRAM, va por ustedes
Jajajajaja, eres la gran maestra, cada vez lo tengo más claro! Has hecho que se me salten las lágrimas de la risa. Gracias 🙂
Y bueno.. que decir de la foto del séptimo sellos…
parece que la veo, pobreta, tumbadita en el diván, con la guadaña en el paragüero; y al psicoanalista pendiente del reloj, no fuera a pasársele la hora…
eariandes, gracias a vos!
O contando los segundos para no tenerla en su presencia, por si acaso se le ocurra contratarlo a jornada completa
Pobre psicoanalista… además, seguro que no se atreve a llamar la atención a mort, no vaya a ser que…
Pero en fins.
… se le acabe el tiempo… ups!
:S gñee
A saber que significa eso…
Es un ruidito de miedo… snif, soy una incomprendida…
No es eso… entre ains, sniff, gñe, sois toda una mujer onomatopéyica. Un besote
Y tú que lo sabes, jejeje. Ya se sabe que es mejor describir que poner onomatopeyas, no se puede ser perfecta, ni siquiera literariamente hablando. Peero, ahí va esto:
El psicoanalista palideció, la duda le corroía las entrañas, si miraba el reloj puede que ella se molestara, y lo que era peor, ¿Qué pasaría cuando le informara de que su hora había acabado?. Decidió que, si le era posible, para las próximas citas solicitaría a los pacientes que rellenaran una ficha informativa, así, si llegaba Dios, o un demonio o vetetúasaberqué, podría decidir si atenderlo o no…
P.D. No me digas de onomatopeyas, jeje, que a tí alguien te llama «ronquiditos» al otro «eruptitos» y yo soy la única no-onomatopéyica… pero la más triste, hay que reconocerlo xD
Yo también soy onomatopéyica, no lo he negado jajajaja.
Al psicoanalista le entran los sudores fríos cada vez que le visita MUERTE porque teme que un día cuando le diga eso de «se te ha acabado el tiempo» le responda «no, es a ti a quien se le ha acabado. Ha llegado la hora»
Sí, lógico y normal… el pobre va a tener que buscarse un psicoanalista propio para soportar tanto stress en el trabajo. En fins..
Mucha envidia es lo que hay… claro, como hace perfectamente su trabajo… la gente no la estima. Una incomprendida es lo que es…
siempre pasa igual, nunca se la valora lo suficiente.. pobreciglia!
Es lo que tiene, nunca llueve a gusto de todos… Unos quieren morirse antes, otros después, y algunos no quieren hacerlo nunca. Son inevitables las quejas y las reclamaciones.
Espero que al menos Mort tenga un buen servicio de atención al cliente 😉
Pingback: Los Cuatro del Apocalipto | Eariandes