La Canción del Fuego Fatuo – Manuel de Falla
Con facilidad los corazones mozos
La bocaza con marrullerías llenan
Con ánimo alevoso y dulces susurros
Que a las jóvenes inocentes alteran.
Pero tan pronto como vienen, huyen,
Y la flor agraciada se hace cardo.
La que está aquí plantada es mucha mujer
Y no va a sustentar vuestro ego, gallardo.
Dice que vio en mí del fuego su fulgor
La culpable es la calor y no el amor.
En una jaula ha de palidecer
Prisionero de palabras vuestro querer.
Por Arminda C. Ferrera
En respuesta del poema «Hechicera y Preso»
Escrito por Almudena L. Bruñas
Alaaaaa, rompeboquismooo…. Como siempre pones el listón muy alto torrijilla… Jummm, me pensaré muy bien la respuesta, pues el gallardo mozo no se va a amilanar por una negativa de la dama en cuestión, jajajajaja.
Me tocaba hacer de dama renuente, esta vez algo deslenguada 😉 Me lo paso en grande. Espero, espero la respuesta del caballero. Afila bien tu lápiz que lo hace más divertido.
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Ala, ahí está, espero que los disfrutes 😛
Besines!
afiladas lenguas merecen un casto beso,
no fueran a hacerse sangre
Casto y contenido no se vayan a envenenar