Mahler: Symphony 5. IV. Adagietto – Herbert von Karajan
Mi señora, estoy bajo su dominio,
Y soy por vuestra meced glorificado.
Atesoraré eternamente ese don preciado,
Y Ante vuestra beatitud rendido,
Seré de esa llama sagrada, el cirio,
Hasta que por ella sea consumido.
Y aún a viles cenizas reducido
Polvo seré, mas seguiré amando
Aunque no quede de mí vestigio
Ni en la memoria, ni en el olvido.
Por Arminda C. Ferrera
Bueno y con esto y un bizcocho hasta mañana a las ocho jajaja 😀
Guau… cada vez más nivel… puf… 😀 Creo que voy a consultar mis versos con la almohada… porque llevo rato dándole vueltas 😀
Me encanta!
No me conmueves 😉 porque los retos que me pones me hacen romperme la cabeza.
No sé que vas a contestar a este poema, pero te temo… podríamos estar así hasta el infinito. Aunque mis letras son finitas y me lleva tiempo contestar a los tuyos… eso se nota porque mis últimos post están dedicados a este lance jajaja
Me alegro que te guste
Bueno, bueno, en mi caso todas mis entradas anteriores, excepto la última son también para esto… más o menos… Creo que sí sabrás lo que contestaré, o te haces una idea, jejeje, pero si te cansas o cualquier cosas lo dejamos y a otra cosa, mariposa 😛
Besines
No me canso. Me gusta, pero hay que saber ponerle punto final y comenzar otro si te ape 😉
Siempre tienes el poema adecuado para el momento preciso.
Qué tal llevas el verano?
Pingback: Sin cenizas (Diálogos cruzados) « Kiram
Demasiado tarde… ya contesté
Kiram: ya lo vi, ya lo vi 😉 tentada estoy a contestarte pero me retengo jajajajaja
David: Por ahora el verano como se esperaba tranquilo y caluroso. ¿llegaste de tus vacaciones?
bueno.. me kedaré con las ganas 😦
Besos!